Si hace unas semanas Francia prohibía las matriculaciones de algunos modelos de Mercedes al usar el gas refrigerante R134a en vez del aprobado R1234yf y luego la Unión Europea se sumaba al veto, ahora se añade un nuevo capítulo.
Todo empezó cuando Francia dejó de matricular los nuevos modelos de la Clase A, B, CLA y SL de Mercedes por usar el gas R134a, prohibido por la Unión Europea por ser contaminante. La marca alemana alegó que no utilizaba el nuevo gas por ser altamente inflamable y se escudó en la certificación europea que le dio la autoridad alemana del transporte, la KBA.
A la historia se suman DuPont y Honeywell, los responsables de producir y comercializar el gas R1234yf, que reconocen que efectivamente su gas es peligroso en caso de producirse un incendio. La solución es diseñar el sistema de aire acondicionado de forma que no se proyecte sobre las zonas calientes del motor en caso de choque o vuelco. A lo que Daimler ha explicado que cuando diseñaron el sistema de aire acondicionado en sus vehículos no conocían este dato.
Ahora queda esperar la decisión de la Comisión Europea sobre la peligrosidad del gas R-1234yf y si autoriza o no a Mercedes a utilizar el anterior gas en sus modelos, prohibido desde 2013 en los vehículos nuevos y a partir de 2017 en las recargas. Pero si se decide que es peligroso, el problema recaerá sobre DuPont y Honeywell que pueden llegar a perder millones.

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